Exposición en Sala Alcalá, 31 Madrid
Habla de espacios y dimensiones, de lugares desde Fuera (New York y Shanghai) y desde Dentro (interiores creados por el artista, sitios donde habitamos) a través de proyecciones de vídeo sobre “supuestos” exteriores y, en diferentes dimensiones espaciales a través de la fotografía sobre foam (gran formato y medio formato). Fotomontajes reposando sobre estructuras de madera como fracturas de una realidad.Nos enseña la ciudad y el interior de ella, cómo la percibimos desde fuera y desde dentro, confiriéndole una carácter de intimidad muy potente, traspasando barreras en los límites de lo público y lo privado.
Una especie de caos ordenado que te impulsa a continuar tanteando unos espacios definidos y reconstruir una realidad propia a través de ellos.
La arquitectura tiene una gran influencia en Isidro, animándonos a recorrer sus maquetas de espacios ilusorios en los que, la materialidad del medio, forma parte de un mismo lenguaje; los excedentes de cola (intencionados o no), al pegar las piezas de las maquetas, trasladan al espectador a ese momento en que unía las piezas.
Algunos lo han definido como cubismo escultórico, pero no voy a ser yo quien le ponga nombre y apellidos a una forma de trabajar concreta que necesite ser referenciada para que adquiera mayor o menor peso, cuando en la manera de mirar, percibir, entender o comparar, las referencias, no son las mismas para todos.
Isidro habla del vacío como algo espiritual y fundamental, pero no conozco su discurso como para valorar determinadas cosas.
Posiblemente, yo haya cerrado su obra dentro de una objetividad muy subjetiva quedándome sólo, con aquello que me interesa.
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