Como sabéis (y el que no que se vaya a la Biblioteca a informarse sobre la obra de Santiago Sierra) su trabajo cuestiona los mecanismos del poder, de la sociedad capitalista, del Estado. Su negativa a recibir el premio está generando ríos de tinta. Algunas cosas oídas y leídas para alimentar nuestro debate:
- ¿Por qué aceptó participar en la Bienal de Venecia (con el gobierno Aznar, criticando su política de inmigración) y ahora no acepta el premio nacional?
- En la Bienal de Venecia mediaba un encargo laboral, que es distinto a un premio cuyo valor simbólico habla exclusivamente del reconocimiento. Concretamente el reconocimiento institucional.
- El Estado necesita dar los premios para legitimarse y lo hace apropiándose del trabajo de una vida de una persona. El premio no es para el artista, es para el propio Estado.
- ¿no es la presencia de un Estado en una Bienal Internacional, empleando para ello los servicios de un artista, el mismo ejercicio de auto-legitimación y propaganda que se critica?
- ¿hubiera sido un gesto más Sierra llevarse la pasta del premio y aprovechar el discurso o la aparición publica para leer su carta?
- ¿esa libertad para negar el premio se la ha ganado con la connivencia del estado o los estados?
- Lo que no podemos hacer es reclamar una coherencia total porque entonces no queda títere con cabeza.
- El gran logro del capitalismo es que no existe un afuera. Sólo por el hecho de estar trabajando, de tener una cuenta en un banco, de utilizar los medios de producción, por ver la tele o por salir a cenar a un restaurante. Todos trabajamos por y para este sistema que le da el dinero a los bancos. Somos como pequeñas tuberías que reconducen el plusvalor hacia arriba, hacia quienes lo tienen todo y si por cualquier razón quieres dejar de hacer ese trabajo, simplemente “desapareces”.
- El rechazo de un premio es una de las armas retóricas tradicionales
del artista desde que en el XIX se organizó el garito mediante la
dualidad burgués/bohemio.
del artista desde que en el XIX se organizó el garito mediante la
dualidad burgués/bohemio.
No me parece bien la actitud de Sierra, mas bien no le creo. Podía coger el premio y darlo a los anarquistas humillados o a las prostitutas que tatuó para hacer sus obras. Nunca le he creído y estoy en contra de sus piezas. Me parecen neocolonialistas y pornomíseras. Que bonito es decir esto cuando está exponiendo en la Tate. Sierra no coge el dinero del premio por que no se vende. Los protagonistas de sus obras se venden por que no tienen nada.
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