viernes, 29 de enero de 2010

Nos recomiendan: la mujer sin piano


Hola a todos,
el próximo viernes día 29 de enero estará en los cines Verdi (Bravo
Murillo 28) y Golem (Martín de los los Heros -antiguos Alphaville-)
"La mujer sin piano", la segunda película que realizo como director
de arte.

Como algunos ya sabéis la película se estrenó durante el pasado
festival de cine de San Sebastián donde obtuvo la Concha al mejor
director y la Mención Especial de TVE, y ya lleva una buena carrera
en selecciones de festivales internacionales. En el de Los Angeles
ganó el premio a la Mejor Película y en el de Tirana obtuvo el de
mejor película y mejor actriz.
La película aunque cuenta con Carmen Machi no la muestra en su perfil
habitual; es una película arriesgada que recuerda al cine de
Kaurismaki incluso al de Tati.
Como podéis imaginar no es un producto de los que aguantan en salas
comerciales así que si os interesa os recomiendo no dejéis de verla
pronto.

Si queréis información podéis visitar la web: www.lamujersinpiano.com

Saludos

m

1 comentario:

  1. Estreno en Madrid en los cines Verdi, con la presencia del director y parte del equipo de producción en la sesión de las 22:30 h.

    Concha de Plata al Mejor Director en el Festival de San Sebastián, nominado al Goya a la Mejor Dirección Novel, recibió el Premio FIPRESCI en el Festival de Londres, el Gran Premio de los de Marsella y Seúl, y el Premio a la Mejor Ópera Prima en Guadalajara (México) y Chicago.
    Dirección: Javier Rebollo
    Fotografía: Santiago Racaj
    Actriz principal: Carmen Machi
    Película con muchos premios y mucha gente trabajando en el proyecto. Me quedan algunas dudas no resueltas por el pressbook facilitado por el equipo de producción. Una de ellas, por poner un ejemplo, es la banda sonora, hecha por “varios”. Casi inexistente en la película, me sorprendió acompañando a Rosa mientras iba con su maleta por la calle dirección Méndez Álvaro, así como esos largos silencios rotos por los tacones de la actriz.
    Fotografía de calidad resolutiva que empieza a tomar un cariz de importancia en el panorama nacional y se aprecia con satisfacción.
    Historia tremendamente habitual, que te mantenía atento con toques ingeniosos desgarradores de una soledad devastadora.
    Ver a Carmen Machi en otro registro diferente al cómico, tenía un no se qué atractivo que inspiraban ternura y desasosiego.
    Un ritmo lo suficientemente llevadero como para introducirte en la piel de la protagonista y su mundo lleno de sonido auditivo, con la magia escondida en sus manos frente al piano, para volver al principio de su situación sin respuestas. Pero la oscuridad siempre traía esperanza, algo podía cambiar.
    Me llevó de la mano durante dos horas, recorriendo las calles vacías de Madrid en las noches que asoman un aspecto de deformada normalidad.
    Al finalizar la película, el director se presentó entre nosotros para contestar a las dudas y, al escucharle en su proceso de creación cinematográfica, me trasladaba sin querer a mi cotidianidad. Hacía referencia al espacio, el tiempo, las emociones, el silencio, los no lugares, la soledad, etc... era como escuchar los cánticos de los créditos por los que he pasado, por los que paso ahora, en los que todavía tienen cosas que contarme, preguntándome de dónde salía aquel hombre con tantas ganas, de contar cómo lo había hecho, que sin embargo, tenía poca confianza en la asistencia de un numeroso público.
    Y todo esto, rodeado por parte del equipo que le arropaba, respaldándose entre ellos para que aquello funcionase, por lo menos, de una manera profesional, aunque entre bambalinas se hubiesen complicado las cosas y surgiesen errores o desavenencias. Le oía decir desde sus adentros: “el trabajo tiene que salir y yo sólo no puedo. Mirad qué hemos hecho y estamos contentos, queremos contarlo. ¿qué opináis?”
    Me acompañaba el confort del que ha hecho algo y quiere satisfacer tu curiosidad en un lenguaje sin mayores intenciones que, el de transmitir un concepto de una manera clara para todo aquel que quiera escucharle, estimulándote a dialogar.

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